viernes, 2 de abril de 2010

A mi quierida Noelia

Llegaste a nuestras vidas con un rayo de luz y esperanza.
De ti aprendimos la lucha que significa cada día la vida.
Dulce niña que llegaste un frío día de invierno,
llenando nuestros corazones de amor.
Alegría y dolor.
Hoy te fuiste en silencio sin apenas decir adiós,
siempre llenaras nuestros corazones de amor,
pues desde el cielo velas por todos los que
junto a ti lucharon por sentirte a su lado cada día.
Desde allí guardas lo que mas querías.
Y desde aquí te recordaremos toda la vida.